En la actualidad son cada vez más las personas que presentan enfermedades crónicas, como la diabetes, patologías cardiovasculares, respiratorias, visuales y otras relacionadas con el estilo de vida que llevamos, como el estrés, la depresión y los trastornos del sueño. Aunque no es una situación generalizada, en algunos casos podrían afectar la capacidad de conducción y predisponerte a sufrir un accidente.
Lo importante en estos casos es extremar las medidas de precaución, partiendo por consultar a un médico con regularidad, conocer en profundidad la enfermedad que te afecta y mantenerla controlada, de manera que no se vuelva un impedimento para disfrutar de tu auto.
Otro aspecto relevante y que puede relacionarse con dificultades para conducir es la ingesta de medicamentos, como ansiolíticos, sedantes, antidepresivos, neurolépticos y psicoestimulantes. Sus efectos pueden ir desde la somnolencia a la visión borrosa, pasando por la sobrevaloración de la capacidad para conducir. En este caso, el consejo es que el uso de fármacos esté supervisado por el médico y evites la automedicación.
Te invitamos a revisar algunas de las enfermedades o síntomas que son frecuentes y pueden alterar tu habilidad para manejar:
- Diabetes: en esta condición crónica es muy importe mantener las glicemias controladas, evitando las bajas de azúcar o hipoglicemia. Esta complicación se manifiesta con mareos, sudoración y visión borrosa. En caso de que te sientas así, busca un lugar para estacionarte y descansa. Recuerda siempre medir tus glicemias antes de manejar.
- Enfermedades cardiovasculares: presentar un infarto u otra complicación al corazón mientras se maneja puede ser muy complejo e incluso poner en peligro nuestra vida. Por eso, se recomiendan chequeos preventivos para estar atentos a los factores de riesgo y prevenir.
- Fatiga y cansancio: es una de las condiciones más frecuentes en la sociedad actual y se presenta de manera transversal respecto a edades y género, debido a nuestro estilo de vida. En este caso, la recomendación es descansar (dormir las horas suficientes), evitar los trayectos largos, viajar con las ventanas abiertas y detenerse cada 2 horas de conducción para bajar del auto y moverse.
- Trastornos del sueño: tienen relación con un inadecuado o insuficiente descanso, hasta la presencia delSíndrome de Apnea del Sueño. En ambos casos, nos exponemos a quedarnos dormidos al volante, segundo que puede ser clave para que se produzca un accidente.
Fuente: http://goo.gl/XtZXG
http://goo.gl/n6Dng
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