¿Deben conducir los adultos mayores?

Manejar le entrega independencia a los adultos mayores, mejorando su calidad de vida al poder desplazarse por la ciudad sin tener que depender de otros. No obstante, existe la idea de que las personas mayores no son lo suficientemente capaces de realizar esta acción debido a disminución de su capacidad de concentración, la pérdida de visión o la menor rapidez de reflejos que son propios de esta etapa de la vida, poniendo en riesgo su seguridad y la de los demás.

La realidad en tanto no es tan categórica, pues, el mayor número de accidentes de tránsito se concentra entre los jóvenes de 19 y 35 años. Pero también hay que considerar que del total de personas que posee una licencia de conducir, un bajísimo porcentaje, alrededor del 1%, tiene más de 61 años. Sin embargo, su número podría incrementarse debido al paulatino envejecimiento que experimenta la población.

La Ley de Tránsito no establece un límite de edad para conducir, pero si otorga a las municipalidades y Juzgados de Policía Local la facultad para solicitar chequeos adicionales que permitan comprobar el estado de salud del adulto mayor. También se ha postulado que los exámenes de conducción sean realizados en forma más frecuente a partir de los 75 años, como una forma de ir midiendo la evolución de las capacidades de cada persona.

En todo caso, distintos estudios internacionales respaldan que los mayores conduzcan automóviles. De acuerdo a una investigación realizada por la Universidad de Barcelona, no se debería poner límites en la conducción, ya que lo importante sería revisar la capacidad real de cada conductor, un factor individual que no puede medirse por la edad. El informe también destaca que los conductores seniors adoptan conductas menos arriesgadas si se le compara con los más jóvenes, además de contar a su favor con mayor experiencia y ser más prudentes cuando manejan su auto.

En ese sentido, no sería la edad el factor determinante a la hora de ser un buen conductor, sino la capacidad de responder efectivamente a los distintos estímulos que nos proporciona manejar un vehículo.