Cuando nos encontramos con una fuerte pendiente que tiene lodo u otro material resbaloso y no podemos alcanzar la cúspide es muy peligroso usar los frenos porque las llantas quedarán bloqueadas y el auto se deslizará hacia abajo sin control. Lo mejor es dejar que se apague sin pisar el embrague para no perder tracción y posteriormente enganchar la reversa frenando. Soltar el freno y le damos un golpe de arranque sin acelerar, el auto empieza a bajar frenado por la fuerza del motor, de esta manera podemos controlar la velocidad de bajada sin exponer nuestra vida y la de otras personas.
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